Durante el año 2018 se aportó al desarrollo sostenible de las familias rurales de las zonas influenciadas por la actividad minera ilegal e informal de Madre de Dios, planteando una alternativa del cultivo de cacao aromático para el desarrollo equitativo y sostenible. Se trabajó en reforzar los conocimientos de los socios/as en el manejo productivo del cultivo de cacao y otros cultivos, rescatando la diversidad existente en la zona; así también el desarrollo de actividades productivas alternas (crianza de animales menores, biohuertos, piscigranjas), a través de un trabajo asociativo (principios cooperativistas) y responsabilidad social respetando los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
A nivel social se trabajó con cuatro instituciones educativas: Centromin, Santa Rita Baja, Primavera Baja y Alta Libertad) abordando temas derechos, deberes y liderazgo.