Hacer realidad la Agenda de Desarrollo Sostenible al 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, es quizás el mayor compromiso que haya asumido el Perú como Estado miembro de las Naciones Unidas, pues la Agenda demanda garantizar el ejercicio pleno de todos los derechos humanos, con un fuerte acento en que esa garantía incluya a todas las personas. “Que nadie quede atrás”, “Que nadie quede fuera” es el gran llamado a la inclusión de la Agenda aprobada en la Asamblea General de las Naciones Unidas en setiembre del 2015.

En lo que respecta al derecho humano a la educación, el compromiso del ODS 4 es que al 2030, los Estados deben “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Cada calificativo es un reto que demanda una férrea voluntad política reflejada en una sólida base legal y suficiente financiamiento para su adecuada y plena implementación.

La Campaña Mundial por la Educación –de la que la CPDE es miembro- convoca este año a la Semana de Acción Mundial por la Educación 2019 con el lema “Mi educación, Mis derecho(s)”. La CPDE se suma a las actividades de la SAME 2019 con la realización de un cabildeo ante el Consejo Nacional de Educación, institución que ha iniciado un amplio proceso participativo de elaboración de lo que será el Proyecto Educativo Nacional al 2036, uno de cuyos objetivos es “promover el derecho de todas las personas a la educación”. El PEN al 2036 afirma el derecho humano a la educación, se sustenta en los principios de la educación peruana contenidos en la Ley General de Educación 28044 -la inclusión es uno de ellos- y aspira a atender las necesidades educativas de las personas en las distintas etapas de su ciclo de vida: primera infancia, niñez, adolescencia, juventud, adultez y adultez mayor. Esto implica que el PEN asume la noción de aprendizaje a lo largo de la vida y las múltiples formas de aprendizaje, formal, no formal e informal, junto al gran reto de la inclusión en la educación pública, dadas nuestras profundas desigualdades.

El cabildeo de la CPDE quisiera aportar a la construcción del PEN 2036 a través del testimonio de representantes de algunos de los grupos que suelen quedar atrás, sin ejercer plenamente su derecho a la educación, sobre la situación de exclusión que vive y sufre el grupo al que representa: los niños, niñas y adolescentes que trabajan, las madres adolescentes, los jóvenes indígenas, las personas adultas, las personas con discapacidad, las personas LGTBQI. Son voces de personas que, en su trayectoria de vida y aprendizaje, han contado con el apoyo de organizaciones de sociedad civil, miembros de la CPDE, que coadyuvan a hacer realidad las políticas públicas que se orientan a lograr inclusión, equidad y calidad en un país diverso, complejo y de profundas desigualdades como el nuestro.