En la edición 43 de RADAR COVID, queremos llamar otra vez su atención sobre el caso de los fallecimientos de bebés y niños por covid. Quienes leemos y producimos RADAR sabemos que los niños y niñas no son los INVENCIBLES a la COVID 19. El Perú exhibe la triste cifra de 327 niños fallecidos por este virus. ¿Por qué han fallecido si se supone que ni se contagian? ¿Cuántos más tendrán que morir para que se priorice hacer investigación y campañas específicas para salvar sus vidas?
Un reciente informe de la BBC, al analizar la situación de los niños fallecidos por covid en Brasil, señala la ruta seguida por Jessika Ricarte, una maestra que perdió a su hijo menor de cinco años, porque el sistema de salud le negó atención temprana.
En Brasil, como en Perú, existe desinformación sobre el fallecimiento de niños y también hay dos creencias que atentan contra la salud de los niños: que ellos no se contagian y que si lo hacen no desarrollarán formas graves. En Brasil han fallecido 800 niños y niñas menores de 18 años. En el Perú, como hemos señalado, más de 300. De ellos 23 eran bebés, tenían menos de un año; 33, un año; 23 dos años; 19 tres años; 17 cuatro años; y 20, cinco años.
El informe de la BBC, publicado el 15 de abril, cuyo link compartimos, enlaza su reportaje con la historia de la docente Jessika, a cuyo hijo fallecido por covid, el “médico se negó a realizar una prueba bajo el argumento de que sus síntomas no se ajustaban al perfil del coronavirus”. Dos meses después el menor murió. Jessika ha decidido contar la historia segura de que puede contribuir a salvar la vida niños contagiados de covid, para que no se les niegue la prueba y para que sean atendidos a tiempo.
A Lucas, el hijo de Jessika, le negaron la prueba porque no tenía fiebre. “No se preocupe, no hay necesidad de una prueba covid-19. Probablemente sea un dolor de garganta leve. Además, el médico le afirmó a Jessika que el coronavirus era raro en los niños y solo le dio antibióticos. La historia de Lucas podría estar sucediendo en el Perú. La creencia de niños invencibles frente al covid los expone a que ni siquiera se contemple como posibilidad hacerle la prueba.
Como la madre de Lucas, creemos que “es importante que los médicos, incluso si creen que no es coronavirus, hagan el examen para eliminar la posibilidad”, porque les puede salvar la vida si se le da atención pertinente a tiempo. Como bien señala Jessika, “un bebé no dice lo que siente y todo depende de las pruebas. Es legítimo que quienes trabajamos por los derechos de las y los niños, por su vida y bienestar, sigamos insistiendo para asegurarnos de que no sea la demora en el tratamiento lo que esté determinando su fallecimiento. Por ello seguimos insistiendo en la necesidad de estudiar las historias clínicas, de sincerar lo que sucede y de generar los materiales necesarios que informen a tiempo a los padres que tienen hijos contaminados por covid, particularmente a los de aquellos que tienen de cinco años a menos y que tienen comorbilidades. Es una verdad universalmente aceptada que los tratamientos tempranos salvan vidas. Hasta ahora sabemos de 327 niñas, niños y adolescentes fallecidos por covid, pero el hecho de que no se les haga la prueba, podría estar creando un grave subregistro.
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