Las niñas, niños y adolescentes no son invencibles.
7 niñas, niños y adolescentes fallecidos entre el 22 y el 29 de agosto.

Alcanzando un total de 119 fallecidos. De ellos, 49 eran menores de 5 años, 37 tenían entre 12 y 17 años, y 33 tenían ente 6 y 11 años.

En esta última semana se registraron 4,265 casos, el número más alto de contagios por semana registrado hasta la fecha.

El total acumulado de contagiados es: 33,900 casos. Respecto a la semana anterior, los casos semanales se han incrementado en 4.7%. Del total acumulado de niñas, niños y adolescentes contagiados, el 44% (14,966) corresponde al grupo de 12 a 17 años. Le siguen los menores de 5 años con 29% (9,866), y finalmente, el grupo de menores que tiene entre 6 y 12 años con 27% (9,068).

La región con mayor número de contagiados es Lima, abarca el 44%.

A nivel nacional, las regiones con más niñas, niños y adolescentes contagiados son: Lima (13,500), Ica (1,878), Loreto (1,695), Piura (1650) y Arequipa (1,347). Solamente Lima abarca el 44% del total de menores de 18 años contagiados, evidenciando una alta disparidad en la distribución geográfica de casos. Esta misma tendencia se observa al interior de Lima. Los distritos Limeños con más niñas, niños y adolescentes contagiados son: Lima Cercado (1,342), San Juan de Lurigancho (1,047), La Victoria (770), San Martín de Porres (640) y Villa El Salvador (636).

No será el grupo más afectado, pero si se puede prevenir la muerte de más niñas, niños y adolescentes, es nuestro deber insistir en hacerlo.

La situación de las niñas, niños y adolescentes ha sido poco atendida durante la crisis. El discurso usual señala que los menores infectados asintomáticos tienden a ser un “transmisor silencioso del virus” a los adultos, quienes son más propensos a un desenlace fatal. Es decir, el contagio de los menores es interpretado como un riesgo para la salud de los mayores. Sin embargo, el número cada vez más alarmante de menores fallecidos nos muestra que el contagio las niñas, niños y adolescentes, principalmente de los más pequeños, representa un riesgo para su propia vida. Por ello, creemos que las medidas de contención y los mensajes informativos no solo deben apuntar a reducir el contagio a través de los menores, sino que deben fomentar el resguardo de su propia salud y su vida. Insistimos en la necesidad de que los sistemas de protección de la niñez aseguren la contención de número de contagios y fallecimientos, y apelamos tanto a las instancias locales como nacionales.

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